oración
s
f
1
Invocación
religiosa
para
dirigirse
a
un
ser
divino,
especialmente
a
Dios
o
a
los
santos,
para
rendir
culto
o
para
pedir
o
agradecer
algo:
«El
Padre
Nuestro
es
la
oración
por
excelencia
de
los
cristianos»,
«Ya
están
en
oración»
2
(Gram)
Unidad
de
la
lengua
que
se
caracteriza
por
tener
un
significado
completo,
es
decir,
por
poderse
comprender
sin
necesidad
de
otras
explicaciones,
de
señas
o
de
referencias
a
la
situación
que
rodea
su
expresión.
Así
por
ejemplo:
«Todos
los
hombres
piensan»
o
«En
el
campo
hay
plantas»
son
enunciados
que
se
pueden
entender
solos,
mientras
que:
«Hombres»
o
«En
el
campo»,
siempre
dejan
con
la
duda
de
lo
que
el
hablante
habrá
querido
decir
acerca
de
ellos.
Gramaticalmente,
la
oración
se
caracteriza
por
estar
compuesta
de
un
sujeto
y
un
predicado,
es
decir,
por
signos
que
refieren
a
alguien
o
algo
de
lo
que
se
habla,
y
por
signos
que
refieren
a
lo
que
se
dice
de
quien
o
de
lo
que
se
habla.
Formalmente
la
oración
está
compuesta
e
integrada
por
lo
menos
por
un
verbo
conjugado.
Estas
características
son
las
que
hacen
decir
que
la
oración
es
una
unidad
sintácticamente
independiente.
Hay
oraciones
simples,
las
que
tienen
un
solo
verbo,
como:
«Raúl
duerme
en
su
casa»,
«Cantan
los
pájaros»,
y
oraciones
compuestas,
las
que
están
formadas
por
varias
oraciones
simples.
Hay
varios
criterios
de
clasificación
de
los
tipos
de
oración
según
la
manera
como
manifiestan
el
pensamiento
del
hablante
(afirmación,
duda,
sorpresa,
desconocimiento,
etc),
según
las
relaciones
que
se
crean
entre
el
sujeto
y
el
predicado,
y
según
las
formas
en
que
se
relacionan
todos
sus
elementos
y
varias
oraciones
entre
sí.
Según
la
manera
de
expresar
las
intenciones
del
hablante,
las
oraciones
pueden
ser:
oraciones
declarativas
como:
«Un
triángulo
tiene
tres
lados»,
«La
Tierra
no
es
cuadrada»;
oraciones
interrogativas
como:
«¿Te
gusta
el
paseo?»;
oraciones
imperativas
como:
«Come
la
sopa»,
«No
mires
directamente
al
sol»;
oraciones
exclamativas
como:
«¡Qué
bonitos
son
los
volcanes!».
Otra
clasificación
de
las
oraciones
se
hace
según
que
en
el
predicado
haya
algo
o
alguien
en
que
termine
o
recaiga
la
acción,
es
decir,
cuando
hay
complemento
directo
son
oraciones
transitivas
como:
«La
señora
vende
verdura»,
«Mi
hermana
lava
su
ropa»,
«No
tomes
agua»;
aquéllas
en
las
que
eso
no
sucede,
es
decir,
que
no
tienen
complemento
directo
son
las
657
oraciones
intransitivas
como:
«María
corre
por
el
campo»,
«Los
animales
mueren»,
«Brillan
poco
las
estrellas».
Un
caso
especial
es
el
de
las
oraciones
atributivas,
en
las
que
el
predicado
expresa
una
característica
o
cualidad
propia
del
sujeto,
por
medio
de
un
verbo
copulativo
y
un
adjetivo
o
una
frase
nominal:
«Mi
novia
es
muy
bella»,
«El
maestro
es
inteligente»,
«La
nieve
es
blanca».
También
se
clasifican
en
oraciones
reflexivas,
en
las
que
la
acción
del
predicado
cae
sobre
el
propio
sujeto:
«Yo
me
peino»,
«Nos
bañamos»,
y
oraciones
recíprocas,
en
las
que
se
trata
de
varias
personas
o
cosas
reunidas
en
el
sujeto,
que
reciben
la
acción
del
predicado:
«Los
amigos
se
encontraron
en
la
calle»,
«Fernando
y
Paula
se
quieren».
Un
caso
especial
es
el
de
las
oraciones
impersonales
en
las
que
no
se
determina
el
sujeto:
«Anoche
llovió»,
«Nieva
en
invierno»,
«Se
cree
que
habrá
huelga».
Según
las
relaciones
del
sujeto
con
el
predicado,
las
oraciones
pueden
ser:
oraciones
activas,
aquellas
en
las
que
el
predicado
recibe
la
acción
del
sujeto,
como
en:
«Yo
abro
la
puerta»
o
«No
quiero
carne»
y
oraciones
pasivas,
aquellas
en
las
que
la
relación
se
invierte
y
el
sujeto
pasa
a
recibir
la
acción
del
predicado,
como
en:
«La
puerta
fue
abierta
por
mí»,
«El
trabajo
ha
sido
terminado»,
«Fueron
rescatados
los
heridos»
(En
estos
casos
lo
que
era
sujeto
en
la
oración
activa
pasa
a
ser
agente
de
la
oración
pasiva,
también
llamado
sujeto
lógico).
En
español
son
más
comunes
las
oraciones
activas.
Según
la
forma
en
que
se
relacionan
los
elementos
de
la
oración
y
las
oraciones
entre
sí,
las
clasificaciones
pueden
ser
muchas,
de
acuerdo
con
los
puntos
de
vista
de
cada
gramática
o
de
cada
doctrina
gramatical.
Las
más
conocidas,
por
la
manera
de
relacionarse,
son:
oraciones
yuxtapuestas,
aquellas
en
las
que
no
hay
ninguna
partícula
que
las
una,
como:
«Yo
canto,
tú
bailas»,
«La
noche
cae,
los
focos
se
prenden»;
oraciones
coordinadas,
aquellas
en
las
que
lo
significado
por
ellas
tiene
la
misma
importancia,
están
unidas
por
una
conjunción
y,
por
lo
tanto,
están
en
un
mismo
nivel
sintáctico:
«Laura
juega
y
Salvador
mira»
-que
se
llaman
copulativas
por
el
nexo
utilizado-,
«O
vas
o
te
quedas»,
«Se
te
antoja
ir
al
cine
o
salimos
a
pasear»
-llamadas
disyuntivas-,
y
las
adversativas:
«Come
pero
se
cansa»,
«Me
gusta
el
libro
pero
no
lo
entiendo»;
finalmente
las
oraciones
subordinadas,
en
las
que
una
de
las
oraciones
se
vuelve
principal
y
las
otras
dependen
de
ella
o
se
le
subordinan.
Estas
últimas
se
pueden
subclasificar
de
muchas
maneras:
sustantivas,
las
que
se
subordinan
como
parte
del
sujeto:
«Quienes
lleguen
temprano
serán
premiados»,
o
como
parte
del
objeto:
«Dijo
que
quería
agua»,
adjetivas
o
relativas,
las
que
se
subordinan
para
modificar
el
sujeto
o
el
predicado:
«La
vaca
que
compramos
da
poca
leche»,
«Sembramos
las
semillas
que
nos
vendieron
en
la
tienda»;
adverbiales
o
circunstanciales,
las
que
expresan
modo,
tiempo,
lugar,
etc:
«Lo
hice
como
ordenaste»,
«Nos
iremos
cuando
salga
el
camión»,
«Puse
el
letrero
donde
todos
lo
pudieran
ver»,
«No
vino
a
la
escuela
porque
estaba
enferma»,
«Estudió
mucho,
por
lo
que
ganó
un
premio»,
«Si
vienes,
lo
hacemos
juntos»,
etcétera.
Esta definición de Diccionario del Español de México (DEM) El Colegio de México, A.C.